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SU OBRA SU WEB madomin99@hotmail.com Breve
biografía Cursos monográficos pictóricos . Escuela de Artes aplicadas “ Mateo Inurria “. Córdoba. Formación artística a cargo de pintores – docentes. Técnico medio proyectista_Curso-Artes del Tiempo .Org .Fundación de artes p. Rafael Botí Cerámica Artística .Grado sup.,Esc.Dionisio Ortiz –Córdoba (en curso) Exposiciones colectivas: Exposiciones individuales: Exposición Permanente: Performance: -Ermita de la Aurora .Córdoba “ El Mito de Isis” (19-VI-04).-Colaboración en el proyecto INNOVART, Toledo (2004) Publicaciones: -Catálogo en soporte digital archivado por la biblioteca del Museo de Bellas Artes de Córdoba.
TEXTOS
DE LA EXPOSICIÓN: Por la mente pasan continuamente: imágenes, pensamientos, ideas, recuerdos, sensaciones, percepciones, emociones, sentimientos y estados de ánimo, como si fuera la corriente de un ” río “que en ocasiones llega a desbordarse sin que nada podamos hacer para evitarlo. “Astigi , tu que has nacido con Isis , toma su barca para cruzar “ nuestro río.” El culto a Isis fue el más popular
durante siglos en Egipto, Grecia y Roma. Como triado he representado la obra más significativa que abrirá esta muestra titulada “ La derrota de Thanatos”, representada por un Cristo inerte sumergido en una pirámide invertida. Dando paso a mi Arcadia particular, cargada de esperanza, vida, amor y poesía donde Thanatos...no tiene lugar . Toda la muestra está marcada por un rasgo de abstracción matérica permitiendo en algunos casos un imago de figuración a lo celestial. Me intereso por la expresividad genuina de la materia a la que concedo un papel preponderante en mi obra y la comunicación con la misma. Priman los ricos empastes de materiales diversos como polvo de mármol, piedra pómez , arena…y texturas diversas de tejidos, cuerdas, redes, arpilleras cristalizadas que producen inquietantes contrastes, concediéndome poder plasmar su fuerza embriagadora . El resultado de esta incorporación de los más variados objetos y elementos secundarios puede hacer de las composiciones esculturas en vez de pinturas, que bañadas con mis sentimientos y el amor de los que me quieren os desnudo al abrigo del Palacio de Benamejí, en tierra de Astur. Mamen Domínguez LA
BARCA DE ISIS DE MAMEN DOMÍNGUEZ:
Me estoy refiriendo a lo que puede considerarse ya una etapa anterior suya en el sendero de su propia evolución. Concretamente a esa a la que ella misma gustaba en denominar de “materiales reciclados”, dada a la luz y en alguna ocasión promovida como singular exponente de este tipo de prácticas artísticas. En cualquier caso, a mi juicio no se trataba de la tradicional opción purista anclada en la recuperación de los materiales de desecho de esa sociedad industrial del consumo en la que nos hallamos inmersos, sino más bien de la utilización de elementos cargados de sentido antropológico, hoy ya en desuso, – hoces, clavos, herraduras, ferrallas, puntillas, etcétera- que, tratados dentro de un contexto bi o tridimensional junto con materiales creativos que podríamos calificar de “telúricos” – pigmentos, tierras, lacres, óxidos, marmolinas, etcétera –daban lugar a una cosmovisión final de carácter abstractizante que, aun cuando en ocasiones llegaba a rondar la postura crítica, - entendiendo por ella una suerte de reivindicación de carácter “ecologista” basada en la defensa de la naturaleza frente a la degradación de la que es víctima -, la mayoría de las veces aparecía atemperada por la expresión de la pura, dura y mucha sensibilidad de la artista haciendo mala pareja junto a cierto espíritu científico proveniente de su formación vital y profesional, lo que daba lugar a un claro agotamiento de su obra en resultados sin un lógico sentido finalista, en los cuales, en muchos casos, la razón jugaba malas pasadas al sentimiento. De todo ese tiempo anterior suyo creo que hubo dos opciones decisivas. De un lado, su acercamiento a materiales como las arpilleras, a las que, mediante un singular tratamiento de cristalización, le permitieron no sólo su utilización como multisoporte, sino especialmente una singular libertad y un evidente empuje hacia la creación tridimensional, y por tanto hacia la escultura. De otro, el llegar a tomar conciencia de la necesidad de realizar un discurso más reduccionista y concreto en relación a sus propias pretensiones creativas y comunicativas, lo que ha venido otorgando a sus “series” - pudiéramos decir “temáticas” -, una mayor capacidad de comunicación con el espectador por la ampliación del referente significado-significante, posibilitándole también poner un poco de “orden” a ese constante flujo de sensaciones, ideas, recuerdos y emociones que, a manera de árbol de levas, hacen girar el gran piñón de su inmenso impulso creativo. Todo ello es lo que, ahora de manera fehaciente y madura, ha entrado a formar parte del conjunto de obras que componen la muestra La barca de Isis, en que va a ser la gran diosa-madre de las cosmogonías egipcias - y también greco-latinas-, la que da sentido a una obra que, preñada en materiales encontrados y parida en sensaciones de naturaleza humana, trae a la palestra un canto a esa diosa-madre primigenia que, aún hoy, por mucho que muchos se empeñen en demostrar lo contrario, es sin duda la fuerza que sigue moviendo nuestro universo más cotidiano. Mediante esos toques de materia abstractizante siempre sugeridores de cualidades o atributos relacionados con lo femenino, en la mayoría de las obras que componen esta exposición hay una llamada a la naturaleza femenina y sus cualidades, mientras lo masculino parece venir a quedar dilapidado en la suerte de un Cristo para siempre crucificado que un día quedara inerte en su cruz, moviendo a partir de entonces el mundo de manera diferente, mediante un cúmulo de energías siempre más relacionadas con lo racio – irracional que con lo sentimental. De esta suerte, para Mamen Domínguez quizá no saliera Eva de la costilla de Adán, sino viceversa, y quizá las primeras colectividades humanas debieron ser matriarcales y no patriarcales, como se nos ha venido queriendo hacer ver por los “escritores” de la Historia. En todo caso, para ella una cosa si parece estar del todo clara: en el reino de Arcadia, en su inmensa llanura de amarillos y azules ponientes, reinaba la belleza y la armonía, no el siempre compás de espera y fantasma de la muerte. Por otra parte, como esposa de Osiris y madre de Horus, Isis será la que mueva la Trinidad Universal en el camino de perfección hacia la Gloria, acompañando a las almas a atravesar el gran río de la noche que las puede llevar a alcanzar la vida eterna, es decir la infinita Arcadia de la utópica felicidad, un camino todavía no agotado para el hombre porque evidentemente, y como sugirió Duchamp, esto sigue todavía sin ser una pipa. En este sentido, las obras de Mamen Domínguez parecen construidas en un primer momento a manera de Triángulo Universal, una Trinidad que luego se deshace en su encuentro con la tierra formante del espacio pictórico real, desnudándose para sugerir pluri-multifuncional belleza. Por tanto, también parecen querer hablar de la perfección que se alcanza a través de la sensibilidad en el ejercicio de la materia bien planteada y compactada, armónicamente situada, es decir, trabajada con la sabia agudeza del ingenio, que diría Gracián. De esta suerte, sus obras alcanzan esa magia que las convierte en arte, y de esta manera, como artista y como persona, entronca con la figura de Isis, la sabia portadora de la magia demiúrgica suficiente como para poder re-crear el mundo ofreciéndole a los hombres más allá de lo puramente natural. Y en ese sentido, su obra parece ser también un canto a la “magia femenina”, a esa capacidad de lo femenino – misteriosa magia – para poder engendrar vida partiendo exclusivamente de una diminuta semilla. Hay, por último, en esta Barca de Isis que suponen las obras de esta exposición hay una clara invitación a “cruzar el río” de lo vulgar cotidiano, para acercarse a conocer lo definitivo e importante trascendente, y ello a través de la magia encerrada en el arte. Si la misma es capaz de hacer ver al espectador que eso existe, entonces cruzar el río montado en la barca de Mamen Domínguez habrá merecido la pena. En ello creo. José María Palencia Cerezo
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